Las Guerras Husitas Epub To 14 REPACK
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Las cruzadas contra los husitas implicaron las acciones militares contra los partidarios de Jan Hus en Bohemia durante el período comprendido entre 1419 hasta 1434. Estos fueron los primeros combates en Europa en los que las armas portátiles de fuego, como los cañones de mano, los arcabuces y los mosquetes, tuvieron una contribución decisiva.
El movimiento husita asumió un carácter revolucionario desde el momento en que Jan Hus fue ajusticiado en Constanza el 6 de julio de 1415. Los caballeros y nobles de Bohemia, que estaban a favor de la reforma de la Iglesia, enviaron al Concilio de Constanza, el 2 de septiembre de 1415, una protesta conocida como la prostestatio Bohemorum condenando la ejecución de Hus con las palabras más duras. La actitud del emperador Segismundo fue la de enviar, a su vez, unas cartas a Bohemia declarando que aniquilaría de inmediato a todos los wiclifistas y husitas, lo que enfureció al pueblo. Las revueltas se produjeron en diversas partes de Bohemia.
Los husitas se habían dividido formando dos facciones. Poco tiempo antes de su muerte, Hus había aceptado una doctrina adoptada, durante su ausencia, por sus seguidores en Praga, denominada utraquismo en la que era obligado, para sus creyentes, el recibir la comunión bajo las dos especies. Los husitas utraquistas tomaron como símbolo el cáliz. Al mismo tiempo, los reformadores más radicales se negaban a reconocer cualquier autoridad, del tipo que fuere, deseando vivir exclusivamente según las leyes de la Biblia. Fueron conocidos como los taboritas por ser la ciudad de Tábor el lugar en el que se hallaba su sede.
La actuación del Emperador Segismundo contra Jan Hus desató un levantamiento. El 30 de julio de 1419 tuvo lugar la primera defenestración de Praga cuando los husitas entraron violentamente en el Ayuntamiento y echaron por la ventana a varios concejales. Según fuentes contemporáneas, cuando llegó al rey la noticia de la defenestración, a Wenceslao le dio un ataque y murió a las pocas semanas, el 16 de agosto de 1419. Los husitas no quisieron reconocer como rey a su hermano Segismundo porque en su día no había proporcionado a Hus el salvoconducto prometido y le consideraban como su asesino. Durante los días siguientes a la muerte de Wenceslao, masas de husitas se adueñaron de iglesias y conventos en Praga, los destruyeron o los incendiaron. Este levantamiento duró varias semanas.
En noviembre de 1419, 135 nobles fueron mandados al exilio a raíz de los combates habidos entre husitas radicales y mercenarios de Vicente de Wartenberg por un barrio de Praga. Al final se llegó a un acuerdo de paz que duró hasta abril de 1420. Los escabinos devolvieron el castillo de Vysehrad a la reina regente Sofía de Bohemia que había sido ocupado por los husitas un año antes. Los husitas radicales, decepcionados, abandonaron Praga al mando de Jan Žižka y se dirigieron a Pilsen, que era un centro de este movimiento. Esta ciudad se convirtió así en el blanco de la alianza católica, encabezada por la nobleza de la Bohemia occidental. En diciembre de 1419 se produjo el primer encuentro militar en las cercanías de Pilsen entre tropas reales católicas y un pequeño destacamento de husitas, que se llevaron la victoria.
Otro ejército cruzado cruzó la frontera con Bohemia y el 3 de mayo capituló Hradec Králové (en alemán Königgrätz). Mercenarios checos y alemanes rodearon el Hradčany y lo tomaron. Los realistas fueron reforzados por nobles, caballeros y burgueses que declararon la guerra a los praguenses. Las condiciones para la rendición resultaban inaceptables para los husitas, que llamaron en su auxilio a la población campesina. Los taboritas acudieron y se enfrentaron al enemigo en Benesov. Pedro de Sternberg pudo romper con los suyos el cerco que pretendían echarles 400 realistas e incendiaron el poblado. El 20 de mayo salió un contingente de caballería húngara de Kutná Hora y los taboritas montaron los carros de guerra en un punto estratégico cerca de Porici, con lo que desbarataron la arremetida de la caballería católica.
En junio de 1420 se reunieron las fuerzas austriacas con las realistas alemanas en Beroun. El emperador Segismundo salió de Breslavia con un fuerte ejército y empezó a sitiar el Hradčany, el castillo de Praga. Los husitas de Žižka impidieron con su victoria en la batalla de Vitkov, el 14 de julio de 1420, que se apoderase de toda la ciudad. El noble checo Ulrico de Rosenberg junto con el duque Ernesto de Baviera-Múnich pusieron sitio con sus tropas a Tábor, el centro de los husitas. En ayuda de los sitiados acudieron 350 husitas al mando de Nicolás de Hus para contraatacar, pero fueron derrotados. El duque de Baviera prosiguió el cerco y terminó apoderándose de Tábor el 9 de julio. Todos los sitiados fueron masacrados y quemados.
La segunda cruzada de 1421 también fracasó. Federico I de Sajonia logró una victoria para Segismundo en la batalla de Most, que no tuvo consecuencias desde el punto de vista militar, pues los husitas siguieron controlando la situación durante años, pero ese éxito táctico supuso para Federico que fuera elevado al grado de duque y príncipe elector de Sajonia. Con el beneplácito de Segismundo, Alberto II de Habsburgo se puso al mando de todas las tropas imperiales el 28 de septiembre de 1421 en Bratislava. A principios de octubre, un ejército cruzado tuvo que abandonar el asedio de Zatec y retirarse apresuradamente cuando se difundió el rumor de que venían los husitas. El castillo de Ostroh, al sur de Moravia, que los husitas llamaban el "Nuevo Tábor", se convirtió en el centro militar del movimiento en esta región. Desde aquí atacaron por sorpresa el convento de Velehrad y lo incendiaron. Ese mismo año, el obispo de Olomouc intentó recuperarlo con la ayuda de refuerzos austriacos, pero no lo consiguió.
En la primavera de 1423 surgieron grandes discrepancias entre las diversas corrientes husitas. En la batalla de Hořice, abril de 1423, se impusieron los taboritas radicales, acaudillados por Žižka, sobre los utraquistas de Praga. En junio se llegó a un pacto temporal entre las diversas facciones en el palacio de Konopiste (un suburbio de Benesov). Las negociaciones de los utraquistas praguenses con el emperador Segismundo fracasaron en octubre de 1423 y volvió a estallar el conflicto interno de los husitas.
El 7 de junio de 1424, Žižka obtuvo la victoria en la batalla de Malesov y los combates se concentraron ahora en Moravia. El duque Alberto intentó controlar el país desde el sur, pero los husitas lanzaron ataques en el oeste, conquistando ciudades católicas.
Tras la muerte de Jan Žižka el 11 de octubre de 1424, víctima de una epidemia durante el asedio de Pribyslav, Procopio el Calvo se puso a la cabeza de los husitas, que extendieron sus expediciones más allá de Bohemia, ya expoliada económicamente.
A las dietas imperiales convocadas por el emperador Segismundo en febrero y mayo de 1426 en Núremberg acudieron pocos delegados, y las decisiones allí tomadas contra los checos heréticos no pudieron ponerse en práctica. Los husitas amenazaron el margraviato de Meissen (Sajonia) y el 26 de mayo pusieron sitio a Ustí nad Labem (en alemán Aussig), pero la ciudad opuso una resistencia enconada. Los realistas organizaron un ejército - al parecer de 36.000 hombres - que entró en Bohemia por Brüx, Osseg y Graupen. El 16 de junio de 1426 por la mañana comenzó la batalla de Ustí. El príncipe Korybut y Procopio el Calvo esperaban sobre una colina el ataque del contingente de Meissen, parapetados en el pueblo de Predlice tras una barricada de carros de guerra sujetados entre sí con cadenas. La caballería alemana intentó cruzar las líneas, pero los husitas hicieron una salida y con unas horcas especiales les derribaban de las sillas. Sobre el campo de batalla quedaron unos 2000 checos y 500 nobles alemanes. Toda la impedimenta de los caballeros cayó en sus manos. Al día siguiente entraron en Ustí, la saquearon y prendieron fuego.
Los husitas invadieron el Weinviertel en marzo de 1426 y otro ejército de ellos cruzó la frontera por Weitra. En enero de 1427 se retiraron, no sin haber hecho antes los saqueos habituales. Luego asediaron Zwettl, donde se libró una cruenta batalla en un viñedo próximo. Las tropas austriacas que acudieron en socorro lograron de momento la victoria, pero cuando se dedicaban al pillaje del "Wagenburg" husita, fueron sorprendidos por éstos, reorganizadas ya sus filas, debiendo replegarse detrás de las murallas de la ciudad. Los checos saquearon la abadía de Altenburg y salieron del país.
El papa Martín V urgía para que se realizara otra cruzada y se entregó el mando supremo al cardenal Enrique de Beaufort, obispo de Winchester. El partido católico reunió un gran ejército, al parecer de 80.000 hombres, entre los que había miles de arqueros ingleses, que se dirigió desde el Alto Palatinado hacia Bohemia. Las tropas católicas sufrieron una derrota contundente en la batalla de Tachov el 4 de agosto de 1427 cerca de la ciudad de Stříbro. El cardenal Beaufort y el resto del ejército tuvieron dificultades al huir hacia el oeste cruzando el bosque de Bohemia. El conde Juan del Palatinado logró al menos aniquilar en Tischenreuth a un contingente de mercenarios husitas que iban en su persecución.
A partir de 1428 Procopio el Calvo comenzó a hostigar los bastiones católicos, devastando la Baja Austria y partes de Silesia. En 1429 hubo una incursión a Lusacia. Las casas regentes de Wettin y Hohenzollern acordaron en Plauen, el 25 de julio de 1429, formar una alianza contra los husitas, pero tres meses después los husitas incendiaron Altendresden (actualmente un barrio de Dresde), entraron por el valle del río Mulde hacia Vogtland, conquistando Altenburg, Plauen, Oelsnitz y Auerbach. En 1430 hicieron incursiones incluso por Brandeburgo y Alta Franconia, y en 1431 llegaron hasta la Eslovaquia occidental. 2b1af7f3a8